Las dietas bajas en calorías que se prolongan por demasiado tiempo inhiben el metabolismo. Una forma de evitar esto es comer constantemente en bajas cantidades. Consumir múltiples comidas pequeñas cada día (cada hora y media o dos horas) estimulan la termogénesis, que ayuda al metabolismo. Si bien las dietas son restricciones, llevar una a cabo comiendo lo más seguido posible le ayuda al cuerpo a evitar posibles estancamientos metabólicos. Aún si no se está a dieta, dividir la alimentación diaria en 10 u 11 pequeñas comidas es una forma de maximizar el consumo de calorías por digestión.
Por otra parte, es importante irse a dormir son haber consumidos muchos carbohidratos. Cuando uno se acuesta en un estado privado de carbohidratos el cuerpo naturalmente quema más calorías, con una mayor proporción de esas derivadas de grasas acumuladas. Aunque, si se entrena de noche se deberán consumir 40-60 gramos de carbohidratos de rápida digestión inmediatamente después de los entrenamientos para potenciar la recuperación.
Por último, es recomendable consumir té regularmente. Además de ayudar a la hidratación, que es esencial para que el cuerpo actúe en óptimas condiciones, esto hace que el cuerpo mantenga el metabolismo alto. Y el té verde también contiene antioxidantes, que queman calorías, o el agregado de ginseng mantiene los niveles de azúcar en sangre estables, y esto favorece la pérdida de peso.
Originally posted 2010-04-28 14:43:00.