Si bien estos tres términos están muy relacionados con la categoría fuerza del entrenamiento físico, los propósitos de cada tipo de entrenamiento suelen ser muy diferentes:
Físicoculturismo:
El fisicoculturismo está basado principalmente en una cuestión de apariencia física. Se trata, primordialmente, de tener un cuerpo con determinadas características estéticas y proporciones específicas. Muchos fisicoculturistas se desviven por obtener porcentajes de grasa corporal muy bajos, que les permiten mostrar con mayor facilidad los músculos. El fisicoculturismo tiene rutinas específicas, y por lo general no se focaliza en desarrollar la fuerza.
Powerlifting:
Aquellos que entrenan el llamado powerlifting, o “levantamiento de potencia”, se centran en el desarrollo de la fuerza. En las competiciones de esta rama, los objetivos son levantar enormes pesos. Este se puede plantear como el opuesto al fisicoculturismo, en el sentido que no de ocupa en lo más mínimo de la apariencia. Muchos powerlifters tienen porcentajes de grasa corporal muy altos comparados con los fisicoculturistas. Los competidores de powerlifting se centran en tres eventos: la sentadilla, el press de banca y levantamiento de peso muerto.
Entrenamiento de fuerza:
El entrenamiento de la fuerza es más una forma de entrenar que un deporte específico, como lo son el fisicoculturismo y el powerlifting. También se lo suele llamar “entrenamiento de resistencia”. Hay muchísimos beneficios asociados a este tipo de entrenamiento, entre ellos se hallan el aumento de masa muscular, el aumento de densidad ósea y en general, el aumento de fuerza funcional. Además tonifica los músculos de todo el cuerpo, que es a lo que la mayoría apunta cuando decide comenzar entrenar. Seguramente el entrenamiento de la fuerza es lo ideal para todo aquel que no le interese competir.
Originally posted 2010-05-25 13:17:00.