Entre los muchos recursos disponibles para quienes quieren adelgazar se encuentran verdaderos venenos. Lo que no hay que hacer:
Dejar de comer. No comer disminuye el metabolismo, reduce las defensas y coloca al cuerpo en un estadio carencial.
Consumir bebidas energéticas. Encerrarse en un gimnasio potenciado por estas bebidas es muy perjudicial, ya que el ejercicio debe ser moderado y adecuado a nuestro estado físico, además, la ingesta no debe ser sólo de cafeína y carbohidratos, ya que sin nutrientes esenciales no se llega muy lejos.
Inducir al vómito. Esto provoca trastornos compulsivos y puede terminar en trastornos alimentarios muy severos. Además de manchar los dientes, provocar terrible aliento, causar problemas de corazón y llagas en la garganta.
Tomar laxantes en exceso. Nunca es bueno abusar de fuentes externas que alteran el funcionamiento del sistema digestivo.
Dietas líquidas. El cuerpo no puede vivir estando sólo hidratado. Una deficiencia en la ingesta calórica y de nutrientes puede provocar desequilibrios, desmayos y hasta comas o incluso muerte.
Suplementos vitamínicos. Nada reemplaza una dieta balanceada, las pastillas no pueden suplir la escasez de nutrientes de una dieta.
Dietas mágicas. Las dietas milagrosas no son individualizadas y son acompañadas del temido efecto rebote. Además, en su mayoría sólo provocan pérdida de peso por pérdida de líquidos corporales.
Originally posted 2010-01-19 20:17:00.