La grasa proporciona la más alta concentración en energía de todos los nutrientes, ya que un gramo de grasa equivale a nueve calorías y esta densidad de calorías, junto con nuestra aparentemente ilimitada capacidad de almacenamiento de grasa, hace que sea por ende nuestra mayor reserva de energía.
Una libra de grasa almacena alrededor de 3.600 calorías de energía, si bien estas calorías son menos accesibles a los deportistas que realizan labores intensas como sprinting o levantamiento de pesas, si es esencial para las actividades que requieren de mayor tiempo y desgaste.
La grasa constituye la principal fuente de combustible para ser utilizada en los procesos de larga duración o de baja a moderada intensidad de ejercicio (deportes de resistencia, como maratones y ultra maratones).
Incluso durante el ejercicio de alta intensidad, donde los hidratos de carbono son la principal fuente de combustible, ya que la grasa es necesaria para ayudar a acceder a los hidratos de carbono para el almacenamiento (glucógeno).
El uso de grasa como combustible para el ejercicio, sin embargo, depende de estos factores importantes:
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La grasa es de lenta digestión y se convertirá en una forma utilizable de energía (puede tardar hasta 6 horas).
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Convertir la grasa corporal almacenada, en energía, lleva tiempo y el cuerpo necesita para su transporte y distribución el trabajo de los músculos, antes de que pueda ser utilizada como energía.
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Convertir la grasa corporal almacenada en energía se traduce en el consumo de una gran cantidad de oxígeno, dependiendo entonces de la intensidad del ejercicio.
Por estas razones, los atletas necesitan ser muy cuidadosos cuando comen grasas, en cuanto a su cantidad y tipo, ya que en general no es una gran idea comer grasa inmediatamente antes o durante el ejercicio intenso.
Vía| Sport.M
Imagen: Mr Miyagi
Originally posted 2009-08-20 21:44:00.