Cuando se trata de concentrarse en el ejercicio aeróbico para perder peso, la nutrición es tan importante como el entrenamiento en sí. Si deseamos bajar de peso, nuestra rutina de cardio no es más que una parte del rompecabezas, y necesitaremos complementar nuestro entrenamiento con una dieta adecuada.
Para perder peso necesitaremos quemar más calorías de las que ingerimos, algo que se conoce como déficit de energía, para lo que es fundamental controlar lo que comemos.
Aún así, si no somos capaces de adecuarnos a nuestras necesidades nutricionales, no avanzaremos mucho. Limitar demasiado lo que comemos tampoco nos ayudará a perder peso, y es más, provocaremos fatiga, falta de motivación y un montón de problemas de salud que no nos permitirán entrenar.
Es así que debemos conocer cómo sincronizar nuestra dieta con nuestro entrenamiento en la forma más saludable posible, tratando de obtener el máximo de nuestras rutinas.
No a los cambios bruscos
En las primeras etapas de nuestro entrenamiento puede que nos emocionemos de más y decidamos recortar nuestro consumo calórico a la mitad y entrenar mucho más para así ver resultados inmediatos. Es muy poco sabio intentar llevar más de lo que nuestro cuerpo puede manejar, y tomar este tipo de medidas suele tener el efecto contrario al buscado. Nuestro cuerpo percibe el cambio súbito a un estado de hambruna y ralentiza el metabolismo, de modo que estaremos quemando menor cantidad de calorías por minuto que antes y en consecuencia no veremos resultados en la balanza.
Evitar que esto ocurra es crucial para la pérdida de peso. La mejor dieta que podemos tomar es consumir 5 ó 6 comidas pequeñas a lo largo del día, para así contar con energía todo el tiempo y tener mejor rendimiento al entrenar.
Cultivar los Buenos hábitos
Fomentar los hábitos beneficiosos es lo mejor que podemos hacer si queremos mantenernos delgados a largo plazo. Estos principios son universales, y todos deberíamos seguirlos, independiente de nuestras metas. En primer lugar, los alimentos frescos y cargados de nutrientes deben ser seleccionados por encima de la comida chatarra. Es importante incorporar una mezcla de vegetales, fruta y proteína magra a nuestra dieta, especialmente si estamos haciendo entrenamiento aeróbico.
Siempre debemos comer dos o tres horas antes de una sesión de entrenamiento, e inmediatamente después de una para recuperar nuestra energía.
Por otro lado, es importante mantenernos hidratados a lo largo del día. No es necesario que bebamos una cantidad fija de agua (el número mágico supuestamente es 8 vasos de agua al día), ya que la cantidad de líquido necesaria dependerá de nuestro peso, edad y nivel de actividad, pero es importante prestar atención a nuestros niveles de sed y utilizarlos como guía. Siempre debemos beber agua antes y después de una rutina de entrenamiento, ya que de otro modo podemos llegar a sufrir deshidratación lo que a su vez acarreará una serie de problemas.
Aún así, esto no requiere que seamos perfeccionistas. Ser perfeccionista en este tipo de cosas no nos dará resultados. Es importante tomar con precaución nuestra dieta y entrenamiento y darnos permiso para hacer trampa de vez en cuando. No está mal comer pizza o beber gaseosa una vez a la semana, simplemente no debemos exagerar.
Fotos | FLickr
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Originally posted 2012-04-07 02:05:00.